Terapia para mi Alma (Telma)

Explosión de Vitalidad

Viernina 18 abrilina 2008

La primavera, ¡qué derroche de energía! Primero la eclosión del color, colores por doquier. Mi retina sigue sin poder procesar tanta paleta de colores. Sube la temperatura y con ella los tonos se hacen más intensos, más fuertes. No existen medias tintas. Se llevan impactantes y rotundos. Aún así, mi energía, mi optimismo no crecen en la misma proporción. Estaba contenta por la llegada de esta nueva estación, más horas de luz, temperaturas más agradables y cálidas y por ello mayores posibilidades de realizar actividades al aire libre. ¡Toda la naturaleza explota de vitalidad! Pero ahí se queda todo. Porque yo me encuentro cansada, apagada y apática. Parece ser que el cambio de estación y el aumento de horas de luz, pueden bloquear mis endorfinas, hormonas responsables de mi bienestar. Pues sí, podemos decir que llevan bastante tiempo bloqueadas, pero estoy contenta ya que hay una explicación científica a los síntomas que presento en este momento. Incluso hay quien lo denomina "síndrome". Síndrome de Astenia Primaveral. El aumento de las horas de luz parece ser el culpable. Este abatimiento y tristeza que presento es el resultado de la angustia que me produce afrontar una nueva fase. Pero, ¡no os preocupéis! comentan que desaparece poco a poco, esto es, a medida que el organismo se adapta a las nuevas circunstancias estacionales y ambientales. ¿Podré conseguirlo? Vivo en una ciudad que alterna pocos días de luz y calor con muchos días obscuros y fríos. La influencia del área geográfica es determinante, en zonas donde el invierno es largo y el cerebro se ha adaptado a falta de luz, el cambio brusco de horas de sol produce una peor adaptación por lo que hay mayor riesgo de acusar estos cambios estacionales. Para mejorar esta situación hay un decálogo de buenas prácticas, que yo voy a seguir estrictamente para poder superar esta fase de mi vida lo mejor posible, ¡os lo prometo!. Aunque considero que después de contaros mis preocupaciones, ya me encuentro mucho mejor. ¿Será este magnífico blog una buena terapia para mi alma?

Telma