jueves, 26 de junio de 2008

I don´t know what to say (Telma)

Dulce sendero
Juema 26 Junio 2008


He caminado por el sendero de la tristeza de nuevo. Algo se interpone en el camino del bienestar. Desconozco lo que puede ser.

He intentado traspasar la frontera calmando mi ansia sin tener que llorar, calculando cuanto más puede resistir mi alma.

He decidido descansar mis pensamientos inútiles, que además duelen, y buscar una actividad placentera con la cual mi mente pudiese saborear ciertas ilusiones.

He salido a la calle: distante, ¡qué sola y qué cerca entre la gente!

He querido dar vida a aquellos latidos que no se cansan nunca de darme mi vida, acordándome de mi misma.


He optado por darme placer a través de la gran pantalla. Perfecta intimidad. Abandonando por unas horas el fondo del vacío. Rehuyendo del bullicio.

He deleitado a mis ojos no así a mi cerebro con la película más fashionista de los últimos tiempos.


Sex in the City. Adicta a la serie a través de la televisión por cable, no podía dejar pasar el filme. Después de ver fotos y más fotos de las escenas, de leer avances, de visitar en persona New York y tener como parte del planning recorrer los lugares frecuentados por "las chicas" así como de escuchar diversas críticas, ha llegado el día en que yo pueda hacer la mía.

La película: no ha comenzado bien, pero ha conseguido a medida que avanzaba q disfrutara con la historia. Parte del argumento, centrado en una de las chicas, Carrie Bradshaw, tenía cierto paralelismo con mi vida personal, en algún momento me he sentido identificada. Si bien su desenlace ha sido todo lo perfecto que cabía esperar, no así el mío. Las tramas de las demás no me han gustado. La película sobrevivirá y será un éxito gracias a la serie, no por si misma. Superficial podría describirla, quizás pueda salvar algo dicha supeficialidad la nueva asistente de Carrie. No he sentido un lleno interior de satisfacción tras verla.

La ciudad: me ha decepcionado, esperaba encontrarme buena fotografía, buenas imágenes. Interesante reconocer rincones de New York. Rincón favorito: las escaleras de la casa de Carrie Bradshaw y su portal en Perry Street. Me ha encantado también ver el puente Brooklyn en pleno apogeo, lleno de vida.

El vestuario: sinceramente espectacular. Mi enhorabuena a Patricia Field. Simplemente por ello recomendaría la película. El desfile de moda, maravilloso. Los complementos me han fascinado. Bonito detalle de Carrie hacia su asistente. Simplemente un regalo perfecto, un bolso de Louis Vuitton. Mi estilismo, 2 a destacar: el primero retro, lo lleva Carrie cuando acude a la biblioteca a devolver los libros prestados y el segundo vestido más clásico, sencillo, sin nombre, beige, con los complementos en azul, los zapatos, y amarillo, el bolso, que utiliza en su boda.

He conseguido mi anhelo. La paz interna que buscaba y lo más bello, guardar el recuerdo de lo que mi corazón ha visto, mi recuerdo.

El mundo se entreabre, sabe a descubrimiento.


Telma


domingo, 15 de junio de 2008

Interior Caótico Explicable (Telma)

Yo, la luz

Dominena 15 Junio 2008

Yo vivo en mis actos, aunque estos actos tengan lugar en el vacío de un sueño. Actitud existencialista: todo lo mío, bueno o malo, es mío y por ello lo afirmo como señal de mi vida.

Con la punta de mi dedo, pulso el mundo, lo arranco desde mi posición.

La vida es lo que yo toco: mi música, alegre o triste, pero la poseo. Con ella comienza a nacer la belleza de lo que observo.

De mis ojos, sólo de ellos, sale la luz que me guía: los pasos. Acertados o desacertados, pero míos. Ando por lo que veo. Nada más.

Si la duda me saluda, lo dejo todo, me arrojo sobre ella, llego donde ella y en este momento con los dientes la desgarro, ya no es duda.

Los misterios están del revés. Los enigmas, aquello que nunca entenderé, cosas tan claras para otros. Yo no elijo lo mejor, sino lo que me parece mejor.

Los frutos comienzan a asomarse. Porvenir de esperanza, anhelos, creencias. Porque pueden venir.

Perdóname por ir así, buscándome tan torpemente, dentro de mí. Perdóname el dolor de estos tiempos. Es que quiero sacar de mí, mi mejor yo.

Necesito que el día cada día me diga que es el día, que es él. Confirmándome que estoy viva. El prodigio de siempre.

Puede que el futuro, que es imposible ver más claro por ahora y que quizá me quita el sueño, vaya convirtiéndose, lo está haciendo, en burbujas transparentes donde se observan esperanzas en miniatura que absorbo a tragos lentos.

Y se paran las lágrimas, quedándose en el borde temblando. Ya no salen, no hacen falta, ya tienen otra forma.

Creo en mí con la fe en el retorno de toda hermosura que ya ha sido y que por eso puede ser de nuevo.

Enumeración caótica sobre el sentir de mi yo. Emociones contingentes cuyo desorden ayudan a descubrir la realidad, también mi realidad.

Reflexiones a partir de la poesía de Pedro Salinas.

Telma

jueves, 5 de junio de 2008

Confidencias (Telma)

Imaginación.
Homenaje a Yves Saint Laurent por su aportación a la moda y a la cultura en general.
Juema 5 Junio 2008

La contemporaneidad actual tiende a sintetizar en lo corpóreo el mapa psíquico y a leer meticulosamente en la anatomía, la fisiología o la expresividad superficial las razones internas como si dicha superficie fuese la principal fuente de transparencia y visibilidad donde se proyectan nuestras emociones.
El cuerpo como proyecto de presentación social. Cada uno de nosotros se ve expuesto a análisis, crítica y examen de su cuerpo. La densidad del espíritu, en cambio, está oculta. Dejando entrever con nuestras acciones parte de nuestra personalidad. Pero no el todo.
En este momento atravieso una etapa clave de mi existencia. Quizás esta pueda ser la razón por la que en algunos aspectos puede ser contradictoria. Etapa en la que estoy trazando nuevas y sólidas estructuras y cristalizando importantes objetivos. Aunque las cosas no están siendo fáciles y todo requiere su tiempo. Una llamada al sobreesfuerzo. Intentando apartar del camino los miedos, los fracasos, la soledad y los contratiempos, ya que observo merman considerablemente mi calidad de vida.
Tras esta percepción y llegado hasta este punto, me siento con el deber de observarme, de realizar una introspección que me ayude a continuar el camino y de esta forma presentarme al mundo: conocerse aumenta la confianza en uno mismo.
Prosopografía - Epopeya: cuerpo y espíritu
Mi cara es expresiva, endurecida por el dolor y el paso del tiempo.
Mis ojos son de un color indeterminado: marrón, amarillo, verde. Son grandes y reflejan mi estado de ánimo.
Mi boca es sensual con labios voluptuosos, al sonreír se observan dientes bien alineados y blancos.
Mis manos son grandes, delicadas y finas. Ágiles en sus movimientos. Frías al contacto.
Mi pelo es rubio, liso y fino.
No presento rasgo alguno llamativo visible, las heridas del alma no llegan a la superficie.
Es relativamente fácil que mi corazón y mi mente entren en conflicto.
Busco el calor pero me cuesta entregarme.
Me apasiona la moda, la elegancia natural y la discreción.
Soy discreta y observadora, la soledad me atrae.
Me gusta un tipo determinado de música y cine, la que te remueve y te hace preguntarte el por qué de las cosas. Adoro la poesía.
Me gustan los complementos: bolsos, foulares y echarpes, zapatos y las medias con un toque de excentricidad.
No hablo en exceso, prefiero callar y escuchar. Soy más bien tímida al principio.
Me amoldo fácilmente a los deseos de los demás, esto hace, la mayoría de las ocasiones que me olvide de mi propio placer.
Soy muy cerebral lo que resta gran parte de mi naturalidad y espontaneidad.
Ansío aprender, saber, nutrirme.

Telma