jueves, 20 de marzo de 2008

Una copa de vino (Telma)

Una copa de vino

Juema 20 marzina 2008
Una copa de vino, con un buen vino, blanco o tinto, puede por sí misma no decir nada. Pero para mí significa el todo. Me explico. Durante la etapa más difícil de mi vida, aquella en la que todavía estoy inmersa pero que cada vez va siendo más optimista, una buena copa de vino ha sido a veces mi gran compañía. Me ha permitido pensar en mí, conocerme y aprender a degustar aquellas pequeñas cosas que pueden parecer triviales pero que realmente son importantes en un determinado momento. Me gusta, sentarme en el sofá o bien en el ordenador escribiendo en el blog con la compañía de una copa de vino. Percibir su sabor junto con la soledad, soledad buscada permite sopesar las cosas que me van sucediendo en la vida, analizarlas y observar que hay muchas cosas de las que se pueden disfrutar. Y esta es una de ellas. Ahora mismo me siento bien, estoy bien y me gusta estar percibiendo como voy andando por el camino que es la vida, como voy saliendo de esa cueva oscura y profunda en la que he estado inmersa durante un tiempo. Este camino iluminado por el que voy, despacio, de puntillas y mirando con recelo a aquello que puede venir pero con la mirada al frente y con inquietud, esto es, con ganas de hacer cosas y sobre todo hacer lo que verdaderamente quiero yo y me hace sentir bien, como la danza, o el beber de vez en cuando una buena copa de vino.

Telma