
Telma en sus clases de danza.
Martina 18 marzina 2008
Estos días he redescubierto la danza. Hace muchísimos años mantuve contacto con la danza clásica, me fascinó y por circunstancias de la vida se alejó de mí o quizás yo me alejé de ella. Quien sabe. Pero ahora ha vuelto a mí o yo a ella. Yo quería bailar, expresar mis emociones a través del baile pero no cualquier baile si no algo que me llenara y que me permitiese ser libre aunque sea únicamente durante un pequeño espacio de tiempo. La DANZATERIA llegó a mi por casualidad y me dió la posibilidad de realizar de nuevo aquello que aparté de mi vida. Ahora se preseta la oportunidad de compaginar la danza con aquello que actualmente se considera "IN": el equilibrio personal. Nuestro cuerpo como guía y acompañante en el reconocimiento y reencuentro con nuestras sensaciones, emociones y sentimientos en el diálogo con el otro. La exploración, comunicación y reflexión en torno al cuerpo: físico, relacional, emocional y energético. La respiración, el equilbrio, el conocimiento de uno mismo junto con el baile me permite experimentar sentimientos que había perdido o estaban latentes. Me considero afortunada de poder disfrutar de mi misma y de cuidarme internamente (algo que no tenía pero que realmente lo necesitaba). Es una experiencia enriquecedora y que en estos momentos por los que atravieso me ayudan a tener otra perspectiva de la vida. Estoy feliz y contenta de experimentar estas nuevas sensaciones y emociones.
Telma